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COMO DESARROLLAR LA RESILIENCIA

1. Cultiva las relaciones. Nunca dejes de relacionarte de buena manera con la gente que te rodea. Familia, amigos, etc. ya que ellos serán prestos a escucharte y apoyarte en los momentos difíciles, lo que facilitará la resiliencia.

2. Ten un pensamiento constructivo. “Para la hormiga todo su contexto de vida es un obstáculo”. Claro esto es en realidad solo teoría, podemos deleitarnos viendo como las hormigas trabajan sin que nadie las mande y peleando incansablemente por su objetivo. De nada ayuda ver la parte vacía de la copa en un momento difícil. Mira las situaciones desde un contexto alto, profundo, analítico, buscando siempre la relación causa/efecto que te permita en el futuro no volver a tropezar con la misma piedra.

3. Desarrolla metas y objetivos. Aquel que no tiene sueños y metas claras es como alguien que se aventura a un peligroso e incierto viaje sin una ruta clara o un mapa. Puedes encontrarte con una alta probabilidad dando incontables vueltas en el mismo lugar que no te lleven a ninguna parte. Toma lápiz y papel y anota tus sueños, metas y objetivos en la vida, claro que sean realistas, y haz algo todos los días que te haga sentir más cerca de aquello.

4. Acepta la realidad. Aquel que no es capaz de aceptar la realidad tal y como es tampoco será capaz de cambiarla por algo mejor. No pierdas tiempo buscando culpables de lo que te pasa, ni tampoco cierres tus ojos a la realidad, porque eso es dar lectura errónea para tus decisiones. Busca la manera más rápida y eficaz para pensar en forma concentrada en la solución a la dificultad, parte entendiendo que lo que ves hoy es parte gatillante de lo que verás mañana.

5. Actúa. No hay nada peor que pensar que si no haces nada, todo quedará tal cual, no mejorará ni empeorará. Digamos, pensar que no ejercer acción mantendrá la situación tan mala como lo estaba, ni mejor ni peor, es un error garrafal. Si te quedas allí recostado esperando que la solución llegue a tus manos olvídate de la resiliencia. Concentra todas tus energías en buscar vías de escape para la adversidad que enfrentas, no hay peor método que el que no se intenta. Todo lo que hagas en pro de buscar una solución ampliará tu visión del objetivo al que quieres llegar.

6. Confía en ti mismo. Muchas veces partimos el enfrentamiento con los problemas diciendo “yo no creo que pueda” o “esto es imposible” Elimina esas frases de tu diccionario ahora mismo. Eres una persona dotada de un cerebro, talentos, dones y mucha inteligencia. Parte enumerando tus cualidades, y luego confíate a ti mismo la solución del problema que exista. Nunca sabrás tus límites hasta que intentes conocerlos.

7. Se optimista, pero no despegues los pies de la tierra. Ser optimista no es más que vivir confiado en que todo tiene una razón para ocurrir, ya sea enseñarnos, hacernos más resistentes, prepararnos para recibir nuestro galardón, etc. Recuerda, siempre después de la tormenta sale el sol, siempre después de una agotable cuesta viene una cima. Además analiza el 100% de tu vida, parte por parte, no todo esta mal y siempre podría ser peor. Piensa en que el tener el control de las situaciones depende única y exclusivamente de ti.

8. Aprende a crecer con tus problemas. Si todas las dificultades y problemas pasan inadvertidos en tu vida, es un síntoma de que no estás aprendiendo de ellos y puedas estar desechando tiempo valioso de tu existencia. Considera que cada “derrota” es temporal, y existe una alta probabilidad de que luego de varios intentos fallidos este sea el último que queda para llegar a la cima, no te rindas jamás. Por sobre todas las cosas aprende de cada error que cometas, eso te hará cada vez más fuerte, sabio y tendrás mayores herramientas cada vez para enfrentarte a lo que sea con el fin de ver tus sueños cumplidos.

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