Ha pasado medio año desde que empezó todo. Hemos experimentado la extrañeza, el miedo y la angustia, la rabia, el amor, la solidaridad y los duelos. Ahora, iniciando el otoño –y sin la luz estival–, aparece con fuerza la tristeza. Sus signos son claros: mutismo entre amigos, sin el bullicio de los grupos de whatsapp ni los encuentros cara a cara; agotamiento y desafección por actividades creativas o profesionales; problemas de sueño; inquietud en el cuerpo; y un sentimiento íntimo de pérdida del sentido de muchas de las cosas que hacemos, al no tener ya un objetivo ni perspectivas claras.
Coordenadas espacio y tiempo
Las personas nos orientamos por dos ejes básicos, las coordenadas de la modernidad. Me refiero al espacio, que incluye el vínculo a los otros, y al tiempo. Basta ver las técnicas de tortura psicológica para comprender su importancia. Cuando a un detenido se le aísla y se le quitan todos los referentes temporales (mediante habitáculos sellados o drogas), el impacto psicológico inmediato es un estado confuso, con signos de depresión y parálisis, tras una incipiente rabia. Algo de eso, en menor medida claro, nos está pasando a nosotros.
Hay algo irreal en el paisaje de máscaras en el que vivimos que hace que a veces no reconozcamos al conocido que pasa al lado, que no podamos entender la página del libro que acabamos de leer (aunque se trate de un texto fácil). O que nos sorprendan los besos y abrazos de una película, como si eso fuese ya otro tiempo.
La distancia con los otros nos aleja también de nosotros mismos. Nos cuesta además imaginar el futuro pos-COVID-19, y recurrimos más fácilmente a alimentar la nostalgia. Algunos jóvenes –no todos– y unos cuantos adultos, como hemos visto, niegan de entrada ese presente y exigen que todo sea como si nada hubiera sucedido. Es otra defensa ante las pérdidas.
SINTOMATOLOGÍA DE LA DEPRESIÓN
- Estado de ánimo irritable, casi la mayor parte del día
- Dificultad para conciliar el sueño
- Aumento o pérdida considerable de peso
- Cansancio o falta de energía
- Sentimientos de inutilidad
-Dificultad para concentrarse
- Apatía
- Ganas de llorar con relativa frecuencia
- Anhedonia
- Retraimiento de las actividades cotidianas
- Sentimientos de desesperanza
Si tienes 6 o más síntomas de los que te acabo de enunciar, es que tienes depresión. Y si es así, debes pedir ayuda psicológica porque es la única forma de poder superarla y salir adelante.
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